Continuamos con los resúmenes de las Semana Santa de nuestro pueblo. Hoy os contamos el Domingo de Ramos.
El tan ansiado domingo de ramos amaneció con el cielo gris y el temor de la inminente lluvia. Sobre las diez y media de la mañana comenzaba la procesión de palmas que se pudo realizar con total normalidad pese al riesgo de lluvia.
Después de esta procesión a la cual acudieron muchos vecinos comenzó la misa, una misa con gran afluencia de fieles en nuestra parroquia.
Al termino de la dicha Eucaristía, comenzó la lluvia y con ella los temores de la procesión de los niños no se pudiese realizar.
Dicha procesión estaba caracterizada por dos estrenos, la Banda de música que empanaría al Señor, que seria otra vez la Banda de Música Ntra. Sra. de las Angustias de Campillos, y el estreno de los faldones del paso regalado por sus costaleros y costaleras, que con todo cariño han regalado al Señor de la entrada a Jerusalén.
Al rato escampo y aunque seguía el gran riesgo de agua, la Junta de Gobierno decidió de realizar la Estación de Penitencia.
Sobre la media hora mas tarde de lo previsto el paso del Señor cruzó el umbral de la puerta lateral de la parroquia a los sones de la marcha real interpretada por la Banda de las Angustias de Campillos. Aunque calleron leves gotas de agua el público asistente hizo como si no lo viera debido a las ganas de Semana Santa. Una cuadrilla ent6regada al Señor que entre la leve mecida del olivo de paso seguía el trasncurrir por la calle moral entre la gran interpretación de la Banda de Campillos.
Al llegar al final de dicha calle la lluvia hizo acto de presencia con fuerza, haciendo imposible el ignorarla, es por eso que se decidió avanzar con más rapidez por la calle Manuel de la Vega (Calle nueva). Aunque lloviera el pueblo de El Saucejo fue ejemplar al no dejar solo al Señor y acompañarlo hasta que volvió a casa.
Cuando el paso del Señor se cuadro en la puerta la cuadrilla del Señor pedía marcha para tener una despedida dulce ante un día amargo pero la lluvia no quiso que esto pasara y tubo que entrar en el templo antes de lo que todos quisieramos.
Al llegar la noche del Domingo todos los hombres quisimos quitarnos la amargura de la mañana con ele regreso al templo antes de los esperado del Señor de la Sagrada entrada, sacando a hombros en silencia y rezando el Via-Crucis al Santísimo Cristo de la Sangre.
La noche fue fría pero nos daba igual porque el cristo que esta radiando calor por las calles de El Saucejo.
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