Todo comenzaba a eso de las 5 de la tarde cuanto la Purísima Concepción empezó su transitar por las calles de su aldea con un petalá. El cielo teñido con los colores de María Santísima hacia un ambiente perfecto para que hiciera su triunfal procesión la tan querida imagen de la Inmaculada.
Este año con motivo del 75 aniversario de la llegada de la imagen a la aldea la virgen procesionaba en las antiguas andas de menor tamaño y peso para que no hubiera barreras para que todo el mundo, tanto mujeres, jóvenes, personas mayores pudieran llevarla, sin duda una estampa que nos trasladaba a muchos años atrás.
Rosas para la flor más bella que estubo portada por muchas personas, sobre todo mujeres que aprovecharon la ocasión para llevar a la Virgen de sus amores.
La procesión transcurría por las bellas calles de la aldea, que con el paso daban un aire añejo, mientras que el sol de ocultaba por los montes de la sierra.
Todo terminó con la entrega de un cuadro de la Virgen a la Banda de Música Bienmesuena.
Puso punto y final a la procesión la Marcha Real de nuestra nación de la que la Inmaculada Concepción de María Santísima es patrona.
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