Las luces del alba daban una luminosidad especial. Las parades se tintaban de los colores de las vidrieras. Una Eucaristía muy intima, con sabor a antigua. Quizás para los saucejeños que amamos esta fiesta es una Eucaristía pasa desapercibida pero que gusta a quien participa de ella.
A eso de las 8 menos cuarto, el Señor, se puso en las calles del municipio por primera vez en este día.
La comitiva se dirigió hacia la calle Rosario pasando por el Barripozo, que siempre vive de una forma especial que el Señor pase por sus puertas.
La calle Ronda fué el segunda parada para dar la comunión a otro enfermo. Depués la comitiva se detendría en la calle Teba para luego dirigirse a las afueras del pueblo, más concretamente a la Residencia.
Posterior a esto, el Señor, se dirigiría a la calle Fray Antonio, para después volver a los alrededores de la parroquia donde recibirían a al Señor los últimos impedidos del día.
Día gozoso para los saucejeños, ya que en la festividad del Cuerpo y Sangre de nuestro Señor Jesucristo ninguna persona que quiso se quedo sin recibir este sacramento.
Yo animo a todas las personas de nuestro pueblo a que, incluido yo, aprendamos a valorar esta fiesta, que quizás sea la que nos identifique como pueblo por encima de Carnaval, Romería o Semana Santa. Una fiesta que en este pueblo vivimos con intendidad y gozo.
Los años han hecho estragos en esta fiesta pero el pueblo siempre ha sabido recuperarla, siempre con la ayuda del clero y de la Santa Madre iglesia.
Por último, comunicar que para el resumen de la procesión del Domingo Santísimo no habrá fotos con gran calidad debido a que físicamente me fué imposible coger la cámara, pero que subiré algunas fotos que me han hecho llegar para que nuestros lectores que no estuvieron puedan ver algo de esta gran fiesta aunque sea por esta pequeña ventana.
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